martes, 27 de diciembre de 2011

Abolición, Caracas, 1854

Feliciano Carvallo
Beatriz Aiffil
No me mires con esas alegrías que no tengo tiempo de vivir.
Están discutiendo una ley para dejarnos libres. Parece que tienen que llegar a acuerdos con los propietarios. ¿Y a nosotros? ¿Nos irán a pagar a nosotros? ¿Nos irán a recompensar por haber vivido sin libertad?
Dueños, edad, valor… Mírame bien… ¿cuánto puedo valer yo? Ellos dicen que debo tener unos setenta años, que cuando me compraron me calcularon unos quince. No supe cómo decirles que tenía trece lluvias cuando me robaron y que mi nombre es Kimpa. Cuando cruzamos el mar perdí la cuenta de las lluvias. Ellos me pusieron Marcolina, pero me llamo Kimpa.
Para dónde voy a ir yo, dime tú, Eliodoro. La señora me dice que si no tengo para donde ir me quede aquí y ayude en lo que pueda. Claro, con todos los años que tuve asistiéndole al marido cuando era menester, no es para menos. Mis hijos son hijos del amo pero se los llevó la guerra, se fueron a luchar por libertad, más nunca los vi pero me siento libre en ellos.
Supe de la ley que daba libertad a los varones que se alistaran en el ejército patriota, eso fue cuando mi general Bolívar, sólo que el cuento de Boves llegó primero y mis hijos se fugaron con mis bendiciones. Después vino una ley para dar libertad a los que nacieran a partir de esa época al cumplir 18 años y otra parecida cuando mi general Páez. A mí tampoco esas me favorecían. Y hasta hubo una para cambiar de amo si queríamos, qué atrocidad. Ahora esta ley para ser libres… Y ya para qué si los que pudieron escaparon, compraron su libertad o se libraron por las leyes de manumisión. Yo creo que esta nueva ley es para tirarles unas monedas a estos amos desgraciados a cambio de votos, ¿sabes?
Pintas un mundo sublime en mi horizonte pero ya viví un infierno de duelos y júbilos, prefiero evadir la turbulenta historia que será nuestra historia en adelante. Seguiré yendo a la plaza, a la iglesia de la señora, al mercado a escoger las legumbres y a la botica a verte los ojos para volar. Calla tus ofrecimientos que harán mi canto más profundo y el llanto de más adentro. Hazte a un lado si me sorprendes saboreando la más bonita alegría. Y aunque me veas abatida sobre una flor deshojada o a punto de extender las alas sobre una hoguera inclemente. Sabes que soy víctima de las oportunidades que no tuve y del látigo del tiempo.
Aprendí a ser libre en mis hijos y en tus ojos.
Publicado en Correo del Orinoco, Caracas, 13 de marzo de 2011.

domingo, 30 de octubre de 2011

De Bush a Obama: Del blanco al negro

Beatriz Aiffil
No avalamos bajo ninguna circunstancia que sean ellos los salvadores de la humanidad porque estaríamos aceptando que la humanidad es una minoría ínfima y que ellos pautan el destino de los pueblos ¿En serio tú crees que formas parte de esa humanidad? Revisa la historia, revisa y te encontrarás con muchachos como el hijo de misis Sheehan, aquel que fue muerto en Iraq y que después la doña se puso a denunciar al imperio que le robó a su hijo. Pero ella sabe que sus hijos nacen, crecen, se desarrollan y mueren haciendo antes de morir su aporte por la potenciación de la potencia sin que me remuerda la redundancia así como ellos no muestran el menor remordimiento porque son los llamados a salvar la humanidad y ¿quién puede sentirse mal por eso? Dime tú.

Eso fue cuando Bush ¿Bush? Sí, el blanco. No estoy diciendo que como el hombrecito es blanco es malo ni que si fuera negro fuera bueno ni que blanco sea sinónimo de malo o de bueno.
Aquella vez salvaron al mundo de Hussein, fue la época en que la Sheehan andaba alzada protestando contra los engaños de George y exigía que los inocentes niños gringos salieran de las pesadillas de Iraq y Afganistán y regresaran a sus lindos hogares a disfrutar sanamente de la américan uei of laif.
Pero los tiempos pasan y llegó Obama. ¿Obama? Sí, el negro. No estoy diciendo que como el hombrecito es negro es bueno ni que si fuera blanco fuera malo ni que negro sea sinónimo de bueno o de malo.
Esta semana salvaron al mundo de Gaddafi, precisamente en esta época en que la Sheehan ha viajado, escrito un montón de libros y creado su propia oenegé. ¿Qué dices, Cindy? Ahora que los indignados de Wall Street acampan en protesta contra los engañosde Barack, contra la codicia corporativa y el fracaso del capitalismo y de ninguna manera contra la américan uei of laif. Deberías aprovechar para exigir que los yankis salgan de la pesadilla de Libia y regresen a sus tiernos hogares. ¿Cómo? ¿Que las tropas gringas no están metidas en Libia? ¿Cómo que no? Que saquen sus asquerosas manos y que salgan de Iraq y de Afganistán y de Haití… ¡Que salgan!

lunes, 5 de septiembre de 2011

Dos y dos no siempre son cuatro

Consideraciones sobre el XIV Censo Nacional de Población y Vivienda

Beatriz Aiffil

Soy negra sin la más mínima duda, pero en mi sangre hay de todo. Sin embargo me asumo afrodescendiente. Es mi posición política y acepto esta convención internacional como un mínimo de acuerdo que nos permitirá a los negros y negras lograr ciertas reivindicaciones y, sobre todo, respeto como parte del género humano. Soy afrovenezolana. Personalmente considero que mi madre es África, luego América en suelo venezolano y si queda un lugarcito por ahí, Europa. Cada quien que haga su elección, se trata de un autorreconocimiento...

Del 1° de septiembre al 30 de noviembre de 2011, Venezuela desarrolla el XIV Censo Nacional de Población y Vivienda. En la sección V, la propuesta número 7 introduce por primera vez la variable AFRODESCENDIENTE, con el objeto de obtener información estadística confiable, asunto pendiente desde la suscripción de la Declaración y el Plan de Acción de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, ocurrida en Durban (Sudáfrica), en 2001. Según tus rasgos físicos o tu ascendencia familiar, o sea, si entre tus abuelos hay africanos, descendientes de africanos o gente negra, o si eres de un lugar donde la música, religiones, gastronomía, cultura y tradiciones tienen marcada influencia africana, podrás decidir si te consideras:

Negra/Negro

Afrodescendiente

Morena/Moreno

Blanca/Blanco

O de otra manera. O no contestar.

En el proceso surgirán elementos que permitirán modificar en el futuro o dejar igual este punto. Partiendo de estos también se llevarán a cabo consultas posteriores siempre con el objetivo general de eliminar las formas de discriminación.

Hay gente que se definirá blanca por oposición: No soy negro ergo soy blanco...

Hay gente que se definirá morena porque no es tan oscura como para llamarse negra o por falta de conciencia quién sabe.

Hay gente que se definirá negra por el color de su piel o por el cabello chicha, pero hay otra que lo hará como militante de un pensamiento que tiene que ver con corrientes que se dieron en el Caribe y en el África francófona o con movimientos insurgentes de negros en la potencia del Norte. Otros se calificarán culturalmente como negros pero negando a África... Cuestión de criterios.

Hay gente que se definirá afrodescendiente reconociendo su origen en los esclavizados africanos o porque, aunque el término se haya usado hace décadas, se siente parte de un movimiento que recién florece en Venezuela y que reivindica el orgullo por nuestros orígenes, visibiliza la participación de los negros y negras en la historia y la cultura, lucha contra el racismo manifiesto en la mayor presencia de afros como habitantes de los barrios, como damnificados, como indigentes, en las cárceles, en las páginas rojas de los diarios y en el sórdido submundo de triquiñuelas, rebusques, arréglate como sea y sálvese quien pueda. Asimismo, siempre guiándonos por el color de la piel, en su casi total ausencia en los altos niveles de gobierno, en la intelectualidad, en el disfrute de las bellas artes, en las universidades, en el empresariado, en los libros escolares, en las pantallas de cine o televisión, como evidencia clara de que la licuadora del mestizaje se usaba para unas cosas y para otras, rotunda y absolutamente, no.

En cuanto a composición étnica de la población, específicamente en el tema afro, el Censo 2011 dará luces cuantitativas para que el Gobierno Bolivariano pueda ser más certero en la planificación de políticas destinadas a superar la exclusión y la discriminación y medirá tendencias o preferencias, porque dos y dos no siempre son cuatro, que servirán a las organizaciones afrovenezolanas para afinar estrategias de superación de la discriminación y la autodiscriminación. Lo afro no quita lo euro, lo indo, lo venezolano pero sí debe dar cancha, no vergüenza. Mosca pues…

Notas:

Cancha, en el argot de los barrios, es andar o plantarse con seguridad, con orgullo.

Mosca, en ese mismo argot, es estar alertas, pendientes, ojo avizor.

sábado, 27 de agosto de 2011

El color carne

Beatriz Aiffil
Dulces aquellos tiempos de escuela en que cargábamos mucho más que un arcoiris en la cartuchera: Magenta, rojo fresa, rosa caramelo, pantera rosa, rojo ladrillo, rojo escarlata, rojo rojito, rojo de la vida y el amor, rojo carmesí, terracota, castaño (maroon en inglés), maroon (cimarrón en castellano, negro fugitivo, negro rebelde), marrón siena, canela, marrón mirríoguaire, caoba, foto sepia, crema, amarillo ocre, ocre tostado, anaranjado, oro, amarillo canario, amarillo esloqueluce, amarillo limón, verde nacedondequiera, verde manzana para subrayar, verde olivo, verde botella, verde quetequieroverde, verde milicia, verde grama, verde mar, verde esmeralda, aguamarina, turquesa, azul petróleo, auditorio azul, azul salmeronacosta, azul celeste, azul índigo, pájaro azul mi libro, morado chichón por estar corriendo en el recreo, púrpura, cardenal, lila, orquídea hermosísima, violeta, gris pizarra que no pizarrón, día gris, plateado, blanco leche, negro camorrero, carne… ¿carne?
Sí, había un color “carne claro” que llamábamos simplemente color “carne”. Y de ello derivó la idea de que ese creyón era para pintar a las personas... ¿Será que no somos personas acaso? Pero es que mi carne ni se parece a ese color.
Del buen doméstico al buen liberto salvaje. De la plantación al palenque.
De la hacienda al cumbe. Del hato a la rochela. Al quilombo. Huido.
Tranquilízate, negro fugado, que eso fue en otros tiempos. Alguien concluyó ¿inocentemente? que la piel de las personas correspondía a ese color y lo llamó color carne. El concepto quedó instalado en nuestras mentes.
Otra época. Prismacolor is a brand of professional artists' supplies originated by Berol in 1938… Tiempos de discriminación exacerbada no sólo para las gentes de color (negros e indígenas) sino también para los blancos pobres de aquella tierra de paz, amor, libertad e igualdad llamada Estados Unidos.
Otra percepción cultural. Sin embargo no es cuestión de color de piel simplemente, sino de clases sociales. Es lo económico lo que determina la superestructura y en ella está lo ético, lo moral.
Tranquilízate que no es que no haya angelitos negros, lo que no hay es un puto prismacolor número tal que permita pintar angelitos negros así como así. Por lo menos no con el creyón de color carne claro, Nº 927, de Berol Prismacolor. Mina gruesa, cremosa y suave, hecha de pigmentos brillantes resistentes a la luz.
Mezclando óleo amarillo cadmio, ocre, verde, blanco y siena tostado, e incluso azul para oscurecer, se entra en el mundo de la diversidad étnica con menos complicaciones.

Publicado en Correo del Orinoco, Caracas, 5 de septiembre de 2010.

martes, 12 de julio de 2011

La independencia también fue afrodescendiente













Socióloga Esther Pineda G.

La historia pasada de las y los afrodescendientes no ha sido contada, menos aún su historia inmediata; nos dicen que: la historia la cuentan y la escriben los vencedores, sin embargo, es posible cuestionar el hecho de que quienes hasta ahora han contado nuestra historia han sido vencedores, pues para vencer es necesario combatir en condiciones de igualdad.

Los descendientes de africanos a lo largo del proceso histórico social no han tenido esa oportunidad, por ello, la historia que conocemos ha sido definida y transmitida por los hombres, eurodescendientes y detentores de recursos económicos; así mismo, esa historia que desconocemos también ha sido ocultada, invisibilizada y minimizada por ellos.

El proceso histórico latinoamericano, tradicionalmente se constituyó en torno a las premisas establecidas por los europeos quienes monopolizaron el poder político y económico de estas tierras por ellos explotadas. No obstante, el movimiento pre independentista se inicia con los africanos y sus descendientes, como revueltas producto del descontento popular e insatisfacción por las condiciones de vida a la que fueron sometidos, como sublevación ante el orden social establecido cuyo criterio por excelencia fue la explotación y comercialización del otro.

A propósito de la celebración del Bicentenario, se hace necesario visibilizar que el proceso independentista ha sido uno de los múltiples episodios de nuestra historia que fue secuestrado y monopolizado por los descendientes de europeos, quienes se definieron como únicos lideres y héroes del proceso emancipatorio de la dominación esclavista que se gestaba en América.

La independencia de nuestros países latinoamericanos y específicamente de Venezuela ha sido transmitida a través de la historia oficial, escrita y el relato oral como un proceso generado, establecido y desarrollado por los eurodescendientes nacidos en nuestro país, impulsados a liberar a sus habitantes del yugo opresor europeo. Sin embargo, la independencia no persiguió la liberación de todos los individuos constitutivos de la sociedad, por el contrario, quienes exigían el cese del control europeo en América Latina, tuvieron como propósito la exención de su clase social, hacerse acreedores y detentores del poder político, como así mismo, monopolizar los recursos y las ganancias íntegras generadas a partir de su explotación, las cuales hasta el momento se habían mantenido en manos europeas.

No obstante, en el proceso de transmisión de la historia se obvió la contribución, influencia y activa participación de los africanos y sus descendientes, esclavizados o libertos en el proceso de emancipación de los europeos. La resistencia en nuestro continente fue europeizada y masculinizada, el liderazgo, heroísmo y escaso reconocimiento otorgado por una sociedad excluyente fue monopolizada por el varón blanco, la participación de los africanos y sus descendientes en el proceso desarticulador de la autoridad y poder del sistema esclavista fue invisibilizada y distorsionada.

Las mujeres africanas y sus descendientes de la América colonizada y el Caribe también participaron activamente en los alzamientos de esclavos y cimarrones expresión del descontento popular y detonantes de movimientos pre independentistas, se hicieron presentes en las lucha independentistas, en medio de la batalla, el enfrentamiento, tomando las armas, como combatiente, sin embargo, su resistencia fue desvalorizada, como así mismo, reproducida y trasmitida a través de la documentación oficial y el relato oral como intervención protectora de los hombres en batalla, orientada a la preparación de sus comidas, la limpieza, reparación de sus ropas, como de igual forma al servicio del cuidado y atención de sus heridas.

Por esta y múltiples razones es posible afirmar que la independencia no ha concluido; los pueblos de América Latina han buscado la independencia, y algunos de ellos la han conseguido, empero, ha sido una independencia política, territorial, unas pocas veces económica, pero en la cual nuestros países latinoamericanos no han alcanzado una independencia experiencial.

Los descendientes de africanos en América no hemos sido emancipados del yugo colonizador esclavista europeo, hecho a evidenciar al continuar sometidos a una historia y experiencia dominadora, que se ha definido como nuestra pero de la cual hemos sido excluidos, en la cual permanecemos irreconocidos; no obstante, pese a lo que cuenta la historia, la independencia también fue afrodescendiente…

estherpinedag@gmail.com


sábado, 25 de junio de 2011

El detalle que faltaba...

Fulani, 2011

Me gusta que me llamen negra… Esta pigmentación y este orgullo vienen de mis antepasados africanos. Hay en mí otras herencias pero mi identidad étnica me ubica sucesora de aquellas personas que fueron traídas como mercancía a América y el Caribe cruzando el Atlántico en las bodegas de barcos negreros. Soy negra de conciencia y de piel. Soy afrodescendiente pues considero una obligación moral reconocer la presencia de África en mi ser, en la historia y cultura venezolanas. Es para mí un imperativo categórico valorar de manera positiva el legado afro… Soy afrovenezolana.

Beatriz Aiffil

sábado, 11 de junio de 2011

Proyecto: Ley orgánica contra la discriminación racial

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Este miércoles, 15 de junio, se hará la consulta pública y se discutirá esta tan necesaria ley, en la Universidad Bolivariana de Venezuela, piso 10, salón Cruz Diez a las dos de la tarde.

sábado, 4 de junio de 2011

No me llame negro, dígame afrodescendiente. No me diga afrodescendiente, llámeme negro.

Fulani, 2010

Socióloga Esther Pineda G.

Negra y Afrodescendiente.

estherpinedag@gmail.com

“El ser es lo que los hombres hablan” (Gorgias), es decir, a partir del lenguaje se construye y deconstruye al ser social; de su nominación dependerá su visibilidad y reconocimiento, de su omisión o nominación descalificada su invisibilización y exclusión.

Sin duda, los europeos herederos de una tradición filosófica, bien lo comprendieron, pues efectivamente asumieron que mediante la asignación de un lenguaje discriminatorio sería posible institucionalizar, transmitir y mantener el racismo.

En este contexto el lenguaje sin duda se constituyó como un elemento significativo en el proceso de construcción de una sociedad jerarquizada, instaurándose como elemento de fomento, legitimación e institucionalización de las desigualdades.

De este modo el término “negro/negra”, fue empleado para denominar a las personas africanas secuestradas y esclavizadas, como a sus descendientes (afrodescendientes) nacidos en territorio americano; no obstante, dicha nominación cumpliría una clara y definida función social, la cual sería: diferenciar a todo individuo no europeo, descalificarlo y subordinarlo por el color de su piel.

Así, “lo negro” fue asociado al mutismo, la invisibilidad, la ignorancia, a la noche y en consecuencia a la oscuridad, como lugar por naturaleza inhóspito, desolado, desapacible y lleno de vicios, en efectiva contraposición a lo blanco.

Por ello, no es azaroso que en nuestro lenguaje cotidiano y representaciones iconográficas, “lo negro” se encuentre estrechamente asociado a tipificaciones envilecedoras, vinculado a lo malo, la desgracia, la desdicha, lo perjudicial. El mercado negro (contrabando, venta, distribución o intercambio clandestino e ilegal de bienes y servicios), el jueves negro (desplome de la bolsa de valores de nueva york), humor negro (satirización de situaciones sociales oscuras, dolorosas, polémicas), un futuro negro, gato negro (símbolo de mala suerte), dinero negro (aquel proveniente de actividades delictivas), magia negra (brujería), entre otros; los cuales son sólo una muestra del carácter significantemente vilipendiado de la negritud.

No obstante, el término “negro”, por si mismo, no posee una carga negativa o degradante del sujeto social, por el contrario, sería en el contexto antes descrito donde le fueron atribuidas significaciones negativas y peyorativas sobre la negritud Por ello se hace necesaria la rigurosa diferenciación entre los contenidos simbólicos, como así mismo, la efectiva y eficiente distinción entre las designaciones del sistema racista, pues sin duda no será lo mismo “negro” que “negreado”.

El ser “negreado”, sin duda constituye un acto de diferenciación violenta y excluyente, sin embargo, pese a la injerencia, penetración, e intentos de desarticulación y erradicación de la cultura africana autóctona por parte del europeo esclavista, lo “negro” en nuestras sociedades latinoamericanas y caribeñas permitió la construcción de una identidad, fundamentada en la experiencia racializada común (la descendencia africana, el secuestro y movilización forzada, como su consecuente y aún vigente discriminación a través de la ideología racista).

Por ello debemos ser cautelosos (as) al plantearnos la supresión absoluta del término negro y su sustitución incuestionable por el término afrodescendiente, haciéndose necesario reflexionar si nos encontramos frente una diferenciación liberadora o una resignificación excluyente.

Los esfuerzos de los pensadores(as), lideres(sas) y movimientos afrodescendientes, deberán estar orientados a presentar a los actores sociales el origen de estos contenidos, sus significados, los contexto en los cuales surgieron y se han hecho manifiestos, su carga ideológica, a partir de lo cual este sujeto históricamente oprimido como también el tradicionalmente opresor comprenda la génesis de su situación y pertenencia de clase.

De este modo, la liberación del yugo colonizador que aún nos oprime solo será posible en la medida en que a los actores sociales les sean facilitadas las opciones y herramientas históricamente negadas; permitiendo que el sujeto se encuentre en capacidad de abordar su situación social específica y diferenciada; como además, establecer los criterios para la construcción de su historia, pensamiento e identidad, desde su experiencia, contextos y significaciones que le son cómodos y comunes.

Intentar imponer la afrodescendencia como identidad única y absoluta será un acto trasgresor, similar a la dinámica operativa del europeo esclavista y explotador, degenerando en la profundización de la situación de foráneo social de este grupo socialmente excluido y discriminado.

La afrodescendencia debe presentarse como una invitación, como llamado al conocimiento, la identificación y en consecuencia al autoreconocimiento. De lo contrario, la dignificación de la negritud y la descendencia africana habrá de convertirse en la tiranía de la afrodescendencia.

viernes, 27 de mayo de 2011

Mujer negra

Fulani, 2011

Beatriz Aiffil

Yo sí soy negra
sí soy una mujer negra, otra mujer negra,

soy todas las mujeres negras.
Dame esa copa de vino mi querido Ludovico
que aún estoy viva y puedo reclamar el olvido,
dame tu amor Virgilio
a mí que puedo librarte del infierno.
Denme la daga a mí que soy Nigeria y Mozambique,

que soy el Congo y la Bisó.

(Preámbulo de “Ludovico”, dedicado a Ludovico Silva, in memorian)

viernes, 20 de mayo de 2011

Museo de Arte Afroamericano en Venezuela


Inaugurarán primer Museo de Arte Afroamericano en Venezuela.
Con el objetivo de divulgar y educar sobre la cultura africana y afroamericana abrirá este 22 de mayo el Museo de Arte Afromericano. Con 3.000 piezas importantes que reflejan la esencia de cada etnia y cada país que representan, dicho Museo será el primer espacio en Venezuela dedicado al arte africano.
Pese a la distancia geográfica entre los dos continentes, el interés por el arte proveniente de África ha venido creciendo en los últimos años. Por esta razón, la Fundación Nelson Sánchez Chapellín -que lleva 30 años presentando actividades culturales y educativas, de concientización y resguardo ambiental en el país- ha tomado la iniciativa de crear el “Museo de Arte Afroamericano” en Caracas.
El presidente de la Fundación, Dr Nelson Sánchez Chapellín, explicó que la creación del Museo se enmarca dentro de las actividades programadas por la institución que a través de los años han ido adquiriendo destacadas obras de arte africanas hasta alcanzar las 3.000 piezas que integran la colección actual.
“El Museo ha sido creado con la visión de un museo integral, que sirva de referente del arte africano y afroamericano para todos aquellos que estén interesados, pues cuenta con una biblioteca especializada de unos 1.000 libros para investigadores, salas de exposiciones adicionales y un Centro de Seminarios en construcción” agregó su Vicepresidente Morris Matza.
Entre las piezas más destacas se encuentran esculturas de la etnia NOK de Nigeria, contemporáneas con la cultura egipcia; placas de bronce de Benín del antiguo reino de Dahomey y que adornaban las paredes del Palacio del rey, y una capa etíope de matrimonio con hilos de plata que usaban los novios el día de su boda.
La coordinadora del Comité Consultivo del Museo, Milagros Müller, explicó que el término afroamericano” obedece a las profundas raíces que de ese continente existen en nuestra cultura americana.
Detalló Müller que las obras de arte estarán acompañadas por otros elementos que exaltarán la colección como, vestidos, orfebrería, accesorios, música y danza afroamericana. El museo será un Centro de Docencia, Investigación y Extensión para todos dentro y fuera de Venezuela.
Agregó que en el acto de presentación del Museo tendrá el honor de contar con la participación de Carmen Ortiz, ganadora del Premio Nacional de Danza en dos oportunidades y quien hará una danza performance; también estará presente el Maestro Manuel Moreno con la agrupación que dirige Grupo Herencia, quienes darán un concierto didáctico con tambores y el prestigioso grupo musical Pabellón sin Baranda.
El acto de presentación del Museo de Arte Afroamericano tendrá lugar en su sede ubicada en San Bernardino, en la avenida Occidente a media cuadra del IESA, el próximo domingo 22 de mayo a las 11 de la mañana.

viernes, 13 de mayo de 2011

AN aprueba por unanimidad Ley Contra la Discriminación Racial

La paz es resistir sin violencia, Fulani

10 May 2011 | - Por Agencia Venezolana de Noticias, AVN
"Nadie puede decir que en Venezuela no hay discriminación, que no hay racismo. Nosotros tenemos que alcanzar un valor tan fundamental como es la diversidad, donde nos aceptemos como somos", dijo el primer vicepresidente de la AN, diputado Aristóbulo Istúriz.

La Asamblea Nacional (AN) aprobó por unanimidad este martes, en primera discusión, el proyecto de Ley Orgánica contra la Discriminación Racial, durante una sesión que contó con la presencia de la Red de Afrodescendientes de Venezuela.
"Nadie puede decir que en Venezuela no hay discriminación, que no hay racismo. Nosotros tenemos que alcanzar un valor tan fundamental como es la diversidad, donde nos aceptemos como somos, sin mentiras, sin hipocresías", dijo el primer vicepresidente de la AN, diputado Aristóbulo Istúriz.
La bancada de la oposición votó a favor de la primera discusión de este proyecto legal, pero durante la sesión insistió tanto en que el Gobierno Nacional promueve la "discriminación social" que Arcadio Montiel, diputado de Podemos, le pidió a sus colegas conservadores que tuvieran suficiente valor para aprobar el instrumento legal. Y así fue.
(…)
Además, el Parlamento aprobó este martes el ACUERDO DE APOYO A LOS PUEBLOS AFRODESCENDIENTES DE VENEZUELA y la conmemoración de los 216 años de la gesta libertaria de José Leonardo Chirinos, así como del Día de la Afrovenezolanidad.
Al respecto, Enrique Arrieta, integrante del Movimiento Afrovenezolano, resaltó la lucha de las comunidades afrodescendientes para conquistar los espacios obtenidos hoy día, en gran parte gracias al proceso revolucionario que vive el país.
Añadió que en la actualidad los grupos originarios y afrodescendientes siguen siendo víctimas de una sociedad "estructuralmente racista", por tanto destacó la necesidad de radicalizar la transformación del sistema capitalista excluyente por el sistema socialista que impulsa la Revolución Bolivariana.
(…)

LA ASAMBLEA NACIONAL DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA COMO VOCERA DEL PUEBLO SOBERANO

ACUERDO DE CONMEMORACIÓN DEL 216° ANIVERSARIO DE LA GESTA LIBERTARIA DE JOSÉ LEONARDO CHIRINO. DÍA DE LA AFROVENEZOLANIDAD

CONSIDERANDO

Que el 10 de mayo de 1795 en la hacienda Las Macanillas de la Sierra de Coro, estado Falcón, José Leonardo Chirino se alzó acompañado por hombres y mujeres afrodescendientes esclavizados y libres, enarbolando la bandera de color morado y la voz de la libertad a fin de acabar con el sistema económico esclavista;

CONSIDERANDO

Que este hecho histórico ocurrido hace 216 años, significa un acontecimiento político fundamental para la historia venezolana, latinoamericana y caribeña, con contenido independentista, anticolonial y antiimperialista;

CONSIDERANDO

Que la rebelión de José Leonardo Chirino se une a los alzamientos del Rey Miguel en las Minas de Buria en 1552, de Juan Andrés López del Rosario “Andresote” en el estado Yaracuy, quien desarticuló el monopolio de la Compañía Guipuzcoana en el año 1732, así como el encabezado por Guillermo Rivas en los Valles de Barlovento liderando los movimientos de cimarrones y cimarronas en 1771; eventos impulsados por los africanos, africanas y afrodescendientes en alianzas históricas con los aborígenes en contra de cualquier forma de dominación y coloniaje;

CONSIDERANDO

Que fueron referentes políticos de la lucha de José Leonardo Chirino las rebeliones de los Perleros de Margarita en 1603, la de los cimarrones de los Valles Centrales en Puerto Cabello en 1650 y Tucacas en 1747, las de los Valles del Tuy entre 1771 y 1774, Panaquire en 1749, y las de Caucagua y Capaya en1794, en el estado Miranda;

CONSIDERANDO

Que la gesta independentista de José Leonardo Chirino aunada a las luchas de los africanos, africanas, afrodescendientes e indígenas, son antecedentes políticos que sirvieron de punto de referencia para sumarse a la fuerza política por la Guerra de la Independencia bajo la dirección de Simón Bolívar;

CONSIDERANDO

Que transcurridos 16 años después del levantamiento de José Leonardo Chirino se decreta la Independencia de Venezuela sobre el Imperio Español en 1811, mientras los y las afrodescendientes continuaron sometidos a la bestial esclavitud, no siendo considerados ciudadanos y ciudadanas. Cuarenta y tres años más tarde el Gobierno de José Gregorio Monagas en 1854 decretó la abolición de la esclavitud, sin garantizar los derechos plenos de ciudadanía a miles de esclavizados y esclavizadas. Seguidamente, los y las afrodescendientes se incorporaron a la Guerra Federal, bajo la consigna de tierras hombres y mujeres libres comandados por el General del pueblo soberano Ezequiel Zamora. Traicionado este movimiento, los y las afrodescendientes siguieron, unos marginados y otros en la subversión.;

CONSIDERANDO

Que en el proceso histórico de modernización del Estado venezolano en el siglo XX, los y las afrodescendientes no eran aceptados y aceptadas en el concepto dela construcción de un Estado moderno;

CONSIDERANDO

Que a pesar de la exclusión social, el racismo y la discriminación estrechamente ligados durante el siglo XX, los y las afrodescendientes participaron activamente

en las huelgas petroleras de los años treinta, en la luchas contra las dictaduras, en los movimientos guerrilleros, y finalmente en el siglo XXI se unieron a la resistencia contra el golpe de Estado que sacó del Poder al Presidente Hugo Chávez en 2002 por cuarenta y ocho horas, e hicieron resistencia al golpe petrolero a finales de ese mismo año y comienzo de 2003.

ACUERDA

Primero. Exhortar a todas las instituciones del Estado venezolano a realizar durante el 10 de mayo de cada año, actos y eventos conmemorativos para exaltar la gesta histórica libertaria de José Leonardo Chirino.

Segundo. Exhortar al Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de Educación, así como a las direcciones de educación estadales y municipales a promover y enseñar el conocimiento etnohistórico de los indígenas y afrodescendientes, incorporándolo al diseño curricular nacional, regional, municipal y comunal, en el marco de la modalidad de la Educación Intercultural.

Tercero. Reconocer los avances políticos del Gobierno Bolivariano que dirige el Presidente Hugo Chávez en materia de inclusión social en el ámbito Ejecutivo con la creación de la Comisión Presidencial para la Prevención y Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial y otras distinciones en el sistema educativo, la Cátedra sobre la Afroepistemología, la Oficina de Enlace con las Comunidades Afrodescendientes, el Subcomité de Estadísticas para la Población Afrodescendiente, la Coordinación de Mujeres Afrodescendientes en INAMUJER, el Viceministerio para la Igualdad y Equidad de Género, Afrodescendencia y Etnicidad del Ministerio del Poder Popular con competencia en asuntos de la Mujer; así como la incorporación del enfoque afrodescendiente al Proyecto Nacional Simón Bolívar. De igual forma reconocer, en el ámbito legislativo y a cargo de esta digna Asamblea Nacional, la creación del Día de la Afrovenezolanidad el 10 de mayo de 2005 y la creación de la Subcomisión de Participación, Garantías, Deberes y Derechos Afrodescendientes en la Comisión

Permanente de Pueblos Indígenas.

Cuarto. Manifestar el apoyo de todo el pueblo venezolano a la realización del XIV Censo Nacional de Población y Vivienda donde se incorpora la pregunta de autoreconocimiento étnico-racial.

Quinto. Hacer un llamado al Movimiento Social Afrovenezolano, de las Américas, el Caribe, así como a los pueblos de África y del mundo a profundizar la lucha por la construcción de un mundo multipolar, contra cualquier forma de dominación imperialista y sus distintas formas de discriminación racial.

Sexto. Promover que en el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia de la Nación, se resalten los aportes y características reales de nuestros ancestros y nuestras ancestras para continuar la deconstrucción de la historia conveniente al colonialismo.

Séptimo. Invitar a la participación en el IV Encuentro Internacional Afrodescendientes y Transformaciones Revolucionarias DE las Américas y el Caribe, a efectuarse del 19 al 22 de junio de 2011, en el marco del Año Internacional de los y las Afrodescendientes.

Octavo. Incorporar el reconocimiento de la Afrodescendencia en la Agenda Internacional del Estado venezolano, en las instancias de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América- Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA- TCP) y de la cooperación América del Sur-África (ASA).

Noveno. Saludar la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a instalarse el próximo 5 de julio.

Décimo. Dar publicidad al presente Acuerdo.

Dado, firmado y sellado en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional, en Caracas, a los diez días del mes de mayo de dos mil once. Años 201° de la Independencia y 152° de la Federación.

FERNANDO SOTO ROJAS (Presidente de la Asamblea Nacional)

ARISTÓBULO ISTÚRIZ ALMEIDA (Primer Vicepresidente)

(…)


martes, 3 de mayo de 2011

Binta y la gran idea

Le recomendamos este hermoso cortometraje de Javier Fesser, forma parte de la película En el mundo a cada rato.
Binta, una niña de Senegal nos muestra cómo es su vida y la realidad de muchas niñas de su país, por otro lado el padre de Binta, preocupado por el progreso de la humanidad, quiere llevar a cabo una gran idea...

martes, 19 de abril de 2011

Entrevista a Esther Pineda para América Latina Genera

Compartimos un rato con Esther Pineda, feminista antirracista afrovenezolana. Socióloga por la Universidad Central de Venezuela (UCV) e investigadora y ensayista en las áreas de estudios de la mujer, género y afrodescendencia.


Desde la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (CERD) y la Declaración y el Programa de Acción de Durban ¿Qué avances puede identificar en América Latina para las mujeres afrodescendientes?

Esta es una sociedad liderada por la ideología del desprecio, en donde la exclusión, el rechazo y la discriminación por razones de género y raza han sido naturalizados y legitimados en el entramado socio-cultural, por eso identificar adelantos en una estructura históricamente inequitativa implica dificultad.

Tradicionalmente cuando nos referimos a la situación de la mujer afrodescendiente en América Latina, es frecuente evocar la “Convención Internacional sobre la eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (CERD)” y la Declaración y Programa de acción de Durban surgido a partir de la “Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las formas conexas de Intolerancia” como los dos grandes momentos, que marcaron un antes y un después para las mujeres afrodescendientes.

Los avances evidenciados en América Latina en lo que respecta la mujer afrodescendiente no son atribuibles a nivel institucional, pues para los estados de la región la mujer afrodescendiente continua sin ser una prioridad.

A partir de CERD y Durban, en lo que implica la realidad de las mujeres afrodescendientes de América Latina y El Caribe es posible identificar como impacto significativo:

La salida del letargo institucional o la superación de la indiferencia internacional frente a la inequidad racista enquistada en nuestras sociedades. El reconocimiento tácito de la insostenible e inocultable existencia de desigualdades y discriminación por motivos raciales y sus manifestaciones a nivel mundial, (de gran relevancia en América Latina al haber sido introducida la negación e invisibilización del racismo mediante la exacerbación del mestizaje y en consecuencia la prolongación de la discriminación a través de un racismo cordial).

También implica un avance el fomento a los estados para el establecimiento de compromisos con la eliminación de todas las formas de discriminación, la definición conceptual explícita del racismo y la discriminación racial, lo cual permitiría al crear un lenguaje común impulsar acciones convergentes. Y el abierto reconocimiento de la experiencia disímil de las mujeres afrodescendientes, pues si bien todas las mujeres comparten la opresión de género, ésta será experimentada de diversas formas y se vera agravada por los denominados dispositivos de desigualdad, en este caso especifico determinada por la pertenencia étnico-racial.

El movimiento feminista tradicional, constituyó para las mujeres afrodescendientes un movimiento divorciado de sus demandas, intereses y experiencias al haber definido como su mayor preocupación la dignificación y autonomización de la mujer burguesa, eurodescendiente y heterosexual. (…) Y los movimientos y colectivos en afro-resistencia han obviado en su lucha los intereses y necesidades de las mujeres afrodescendientes, relegándolos, invisibilizándolos y con frecuencia postergándolos.

Sin embargo, a estos cambios en las concepciones tradicionales sobre el tema solo es posible atribuirles el carácter de avances nominales, iniciativas insuficientes, que no se concretas en mejores prácticas verificables en la experiencia social y cotidiana de las mujeres afrodescendientes.

Los avances evidenciados en América Latina en lo que respecta la mujer afrodescendiente no son atribuibles a nivel institucional, pues para los estados de la región la mujer afrodescendiente continua sin ser una prioridad; hecho evidenciado en la ausencia o deficiencia de políticas, programas y proyectos orientados a la dignificación y vindicación de la mujer afro latina.

Tampoco es posible adjudicarlos a un movimiento feminista tradicional, que constituyó para las mujeres afrodescendientes como un movimiento divorciado de sus demandas, intereses y experiencias al haber definido como su mayor preocupación la dignificación y autonomización de la mujer burguesa, eurodescendiente y heterosexual.

Situación similar seria la manifiesta en el núcleo de los movimientos y colectivos en afro-resistencia los cuales han obviado en su lucha los intereses y necesidades de las mujeres afrodescendientes, relegándolos, invisibilizándolos y con frecuencia postergándolos.

Los objetivos propuestos aún no han sido alcanzados, los retos para con las mujeres afrodescendientes permanecen tan irresueltos como hace tres décadas.

Es por ello que solo es posible reconocer avances ideológicos en la situación de la mujer afrodescendiente en las últimas décadas en América Latina, los cuales además deben ser reconocidos en si misma, pues el desarrollo de la posición socio-cultural de la mujer afro latina es posible encontrarla principalmente en la toma de conciencia de su situación específica de género, de raza y de clase.

Nuestro momento histórico actual se caracteriza por la comprensión, por parte de la mujer afrodescendiente, del conjunto de elementos que contribuyeron a la conformación de una experiencia femenina y racial diferente a la vivenciada por las mujeres eurodescendientes y los hombres afrodescendientes, lo cual le ha permitido la efectiva y eficiente identificación de los prejuicios y estereotipos heredados del pasado y que se constituyen aún como la base para su exclusión del sistema de producción económico, intelectual, artístico y cultural de la sociedad moderna. Estos hechos en su conjunto han impulsado la organización y progresivo fortalecimiento independiente de movimientos de mujeres afrodescendientes en pro de la superación de la desigualdad y vulnerabilidad de derechos humanos a la que históricamente han estado expuestas, realidad que intentan modificar mediante la consolidación y concreción de objetivos, proyectos, exigencias y demandas de participación política y social a través de las cuales será posible la materialización de esos avances prácticos perseguidos y que continúan siendo materia pendiente en la agenda Latinoamericana.

Si bien en América Latina no existen ordenanzas jurídicas segregacionistas y discriminantes de las mujeres afrodescendientes, estas continúan siendo en la cotidianidad mujeres invisibles, para quienes el pleno goce y ejercicio de los derechos políticos y civiles permanecen limitados, al carecer de reconocimiento, representación política y ciudadana. (…) El acceso a la educación, empleo formal, vivienda y salud se mantiene en índices inferiores para las mujeres afrodescendientes en relación a otros grupos de mujeres.

Beijing y Durban son momentos claves para el movimiento de mujeres afrodescendientes. Pero ¿qué retos quedan pendientes para las mujeres afrodescendientes?

Si bien es indudable la importancia de las experiencias de Beijing y Durban para el movimiento de mujeres afrodescendientes, fundamentalmente al haber visibilizado la violencia de la cual han sido víctimas y continúan estando expuestas las mujeres a través de las diversas formas de discriminación, desigualdad y exclusión; así como la consideración de integrar una perspectiva de género en las políticas estratégicas y programas de acción contra el racismo, producto del reconocimiento de la histórica reducción, invisibilización y menoscabo de las libertades, oportunidades y potencialidades de la mujer afrodescendiente, los objetivos propuestos aún no han sido alcanzados, los retos para con las mujeres afrodescendientes permanecen tan irresueltos como hace tres décadas.

Las mujeres afrolatinas han sido y continúan siendo en nuestras sociedades modernas, violentadas por la historia, por una economía capitalista, por un estado esclavista, posteriormente racista, pero en cualquiera que sea su caso, opresor. Si bien en América Latina no existen ordenanzas jurídicas segregacionistas y discriminantes de las mujeres afrodescendientes, estas continúan siendo en la cotidianidad mujeres invisibles, para quienes el pleno goce y ejercicio de los derechos políticos y civiles permanecen limitados, al carecer de reconocimiento, representación política y ciudadana.

En el aspecto socio-económico las mujeres afrodescendientes forman parte del escalafón más bajo de la pirámide social, la pobreza continúa profundizándose y definiéndose cada vez más como una pobreza femiracializada; evidenciándose en el hecho de que el acceso a la educación, empleo formal, vivienda y salud se mantiene en índices inferiores para las mujeres afrodescendientes en relación a otros grupos de mujeres.

Debe constituirse como una prioridad la superación de políticas asistencialistas invalidantes y su sustitución por estrategias de empoderamiento, mediante el fortalecimiento e inclusión de políticas afirmativas y de discriminación positiva capaces de corregir los embates de la inequidad sexista-racista. (…) Otros retos pendientes para las mujeres afrodescendientes es la desarticulación de las elites afrodescendientes que se han arraigado en los movimientos, es necesaria su democratización y diversificación, el reconocimiento de la diversidad de mujeres, la visibilización de sus múltiples y diversas experiencias, la inclusión de las mujeres afrodescendientes obreras, sexo diversas, discapacitadas, que históricamente han sido vulneradas y excluidas del movimiento de mujeres afrodescendientes.

En los medios de comunicación, difusión e información prevalece la promoción de la uniracialidad a través de imágenes estereotípicas e invisibilizadoras de la diversidad; la mujer afrodescendiente se encuentra al igual que en el pasado desposeída de patrones de afirmación identitaria, así mismo, sus posibilidades de acenso social, familiar, económico y personal estarán condicionados por su efectiva adecuación a los rasgos físicos, gestuales, actitudinales y comportamentales de la mujer eurodescendiente, lo cual no solo contribuye a la consolidación del racismo sino también del autodesprecio instigado. Es por ello que se hace necesaria la eficiente superación y trascendencia del discurso de la equidad hacia su consolidación y materialización en acciones prácticas y concretas capaces de modificar la estructura desigual de nuestras sociedades.

Continúa siendo tarea pendiente para los organismos internacionales, los estados latinoamericanos, las organizaciones no gubernamentales y comunidades organizadas, la desnaturalización del rechazo y la discriminación instaurada en la conciencia colectiva; es esencial el fomento de la integración y participación activa de las mujeres afrodescendientes en la toma de decisiones mediante la persecución de una representación partidista y parlamentaria equitativa.

En una América Latina estratificada por género y pertenencia étnico-racial, debe constituirse como una prioridad la superación de políticas asistencialistas invalidantes y su sustitución por estrategias de empoderamiento, mediante el fortalecimiento e inclusión de políticas afirmativas y de discriminación positiva capaces de corregir los embates de la inequidad sexista-racista.

Otro de los retos pendientes para las mujeres afrodescendientes ha de ser la desarticulación de las elites afrodescendientes que se han arraigado en los movimientos, es necesaria su democratización y diversificación, el reconocimiento de la diversidad de mujeres, la visibilización de sus múltiples y diversas experiencias, la inclusión de las mujeres afrodescendientes obreras, sexo diversas, discapacitadas, que históricamente han sido vulneradas y excluidas del movimiento de mujeres afrodescendientes.

Es pertinente, imprescindible e impostergable la resignificación, visibilización y dignificación de su experiencia, el reto hoy día en América Latina es la promoción y lucha por la equidad desde espacios de diferencia.

Se hace necesaria la deconstrucción positiva de estos movimientos tradicionales en pro de una consolidación democratizadora, incluyente y visibilizadora de la diversidad, nos encontramos entonces frente a la necesidad de fortalecimiento de un feminismo afrodescendiente, capaz romper con la estructura tradicional, eurocéntrica y heteronormada del feminismo, pero también requerimos la organización de un movimiento afrodescendiente feminista, capaz de trascender el patriarcado afrodescendiente homofóbico; movimientos en los cuales sea posible la desnaturalización de la desigualdad, invalidación e invisibilización de las mujeres fundamentado en criterios racialistas y sexistas.

En este escenario de lucha de las mujeres afrodescendientes es pertinente, imprescindible e impostergable la resignificación, visibilización y dignificación de su experiencia, el reto hoy día en América Latina es la promoción y lucha por la equidad desde espacios de diferencia.

En un mundo ideal ¿Cómo sería tu cotidianidad como mujer afrodescendientes?

En un mundo ideal no sería necesaria mi proclama de equidad, no necesitaría hablar por ésta mayoría silenciosa, que históricamente ha reclamado y reclaman a gritos desde sus gargantas sin voz la superación de la opresión y la discriminación, pues todas y cada una de las mujeres afrodescendientes tendrían la oportunidad de hablar por si mismas y de ser escuchadas.

Nuestra vida se encontraría exenta de todo ejercicio normativo, caracterizada y liderada por la libertad, por el libre ejercicio de nuestras capacidades creativas y creadoras, artísticas, intelectuales, científicas, tecnológicas; en donde seríamos poseedoras absolutas de la posibilidad de elección de culto, religión o no teismo, una cotidianidad en la que seriamos tomadas en consideración en los diferentes ámbitos de decisión, en donde no tendríamos que exigir y demandar igualdad porque ya la poseemos, en donde no tendríamos que reclamar participación porque ya participamos, en un clima armónico, de respeto, e intercambio productivo.

Una sociedad en donde nosotras como mujeres afrodescendientes tendríamos acceso a los recursos y a los medios productivos sin limitaciones, en la cual no seria necesario depender de las políticas asistencialistas e invalidantes del estado porque la pobreza no constituye nuestra cotidianidad; donde la dignidad prevalezca en nuestras vidas y la de nuestros hijos si decidimos tenerlos pues en este mundo ideal las mujeres afrodescendientes poseemos el control sobre nuestro cuerpo y nuestra salud sexo-reproductiva.

Un mundo además donde seamos libres de elegir y ser elegidas por una pareja de diferente pertenencia étnica-racial como de igual, contraria o diversa orientación sexo-afectiva; en donde sea posible trabajar en lo que queremos, deseamos y destacamos, no en lo que podemos o nos es permitido.

Un mundo ideal en el que las mujeres afrodescendientes somos mujeres empoderadas, en donde nuestra piel, historia y raíces no sean una prisión sino nuestra libertad, un mundo en donde podamos ser nosotras mismas…

Una vida en la que como mujeres afrodescendientes conocemos nuestro origen, en donde nuestra belleza sea dignificada y valorada, un mundo en donde nuestros labios gruesos y cabello rizado no sean motivo de vergüenza y rechazo sino de conexión con nuestra historia y nuestra cultura; en donde las posibilidades de acceso a la educación sea una opción y no un sacrificio.

Un mundo en el que las mujeres afrodescendientes somos mujeres empoderadas, en donde nuestra piel, historia y raíces no sean una prisión sino nuestra libertad, un mundo en donde podamos ser nosotras mismas…

Qué pregunta te gustaría hacerle a la siguiente compañera que comparte este espacio:

Desde su perspectiva, ¿a través de que mecanismo es posible la efectiva superación de la inequidad sexista-racista que afecta a las mujeres afrodescendientes en nuestras sociedades latinoamericanas y por qué?

a) Acción política institucional

b) Educación emancipatoria a largo plazo

c) Organización comunitaria y popular

Ochy Curiel dejó una pregunta para usted:

¿Cuál es la razón por la cual tantas mujeres afrodescendientes que son activistas son tan lesbofóbicas?

Uno de los elementos que podemos considerar como definitorio de la manifestación de lesbofobia dentro de los colectivos afrodescendientes activistas por los derechos de la mujer, puede adjudicarse principalmente a la persistencia de una moral sexual burguesa dentro de dichos movimientos, el prejuicio de la heteronormatividad continúa presente ligado a la imposibilidad de ruptura con los esquemas de una sexualidad caduca y anacrónica; en nuestras sociedades Latinoamericanas ser activista por los derechos de la mujer y la afrodescendencia nunca ha estado vinculado a la defensa de los derechos de las sexo-diversas (lesbianas, bisexuales, travestidas, transexuales, intersexuales), siendo este uno de los hechos que limita el alcance y trascendencia de movimientos emancipatorios de la mujer.

Además de ello, las mujeres afrodescendientes al haber experimentado la desigualdad, exclusión e invisibilización bajo la tiranía del cepo sexista-racista, como así mismo, reconociendo que el sufrimiento, la opresión y la desigualdad han de profundizarse y agravarse por la pertenencia a un determinado grupo racial, económico, político, o preferencia sexo-afectiva, la practica lesbofóbica en mujeres afro-activistas se presenta como un mecanismo de defensa; como evitación del estigma, en ellas históricamente concebidas como sujetas estigmatizadas y estigmatizables, el rechazo a la sexo-diversidad será un instrumento de evitación de la profundización de su opresión y exclusión, como así mismo de mantenimiento del status, reconocimiento y espacios conquistados frente al temor de perderlos por los prejuicios hacia la sexo-diversidad.

Finalmente, en una sociedad organizada en torno a criterios de alteridad categórica, donde se define un otro, por naturaleza diferente y opuesto, como enemigo a soslayar; donde los hombres afrodescendientes han podido ejercer la dominación a través del sexismo, y las mujeres eurodescendientes aunque victimas de la coacción patriarcal podrían afirmar su poder a través del racismo, a la mujer afrodescendiente se le negó la condición de opresora/explotadora, es por ésta razón que es posible considerar la lesbofobia en mujeres afrodescendientes como instrumento de poder; es decir, a través del heterosexismo y la lesbofobia le será posible ejercer la exclusión y opresión que le fue negada.

http://www.americalatinagenera.org